En nuestro deseo de todos los fieles de la Iglesia del Pueblo Guanche puedan disponer de una amplia lista de antropónimos de nuestros ancestros lo más extensa y documentada posible, hemos decidido transcribir un rol de nombres propios guanches recopilados y anotados por el Ilustre Historiador e Investigador canario Doctor don Juan Bethencourt Alfonso. En esta lista están debidamente explicados toda una serie de detalles referidos a los portadores de los nombres recogidos, con lo cual el fiel podrá hacer la elección del nombre o nombres con conocimiento profundo de su origen. Algunos de los antropónimos recogidos en esta lista de Benthencourt Alfoso, ya figuran en las páginas que anteceden, pero como hemos apuntado, deseamos que el lector disponga de una información antroponímica lo más extensa posible.
NOMBRES PROPIOS GUANCHES
Isla Titoreygatra (Lanzarote)
Alby. Aprisionado por Gadifer, a la vez que el rey Guardafia a consecuencia de las intrigas de Asche, no fue ejecutado por garantizar
su inocencia el soberano.
Bontier y Le Verrie
Aniaga Reina esposa de Guardafia.
Abreu Galindo
Asche Prócer ambicioso y desnaturalizado, jefe
Bontier y Le Verrier
probable del antiguo bando de descontentos contra la realeza de Guardafia.
Aprovechando la muerte de algunos franceses por los naturales, sublevados con motivo de la infame conducta del gobernador interino Bertin de Berneval, que en plena paz preparó una celada en Aldea Grande al rey con 23 vasallos para embarcarlos en el buque Tajamar y venderlos como esclavos en Europa, como lo hizo a excepción del rey que con otro que lograron escapar, por conducto de su sobrino el intérprete Alfonso pudo convencer a Gadifer que Guardafia era el culpable y que mientras viviera no habría sosiego ni paz en la isla.
Además, que sí lo aprobaba, «hallaría traza para prender al rey ya todos los que se encontraron en la muerte de sus compañeros».
Aceptada por Gadifer la oferta, no tardó Asche en avisarle se hallaba el soberano con 50 más en uno de sus castillos cercano a la aldea Acatif; y esa misma noche, el 24
de Noviembre de 1402, Gadifer lo penetró a viva fuerza con heridos de ambas partes.
Todos fueron aprisionados a excepción de cinco que pudieron salvarse aunque tres de ellos heridos; pero «informado por Asche de que no eran aquellos isleños culpables de la muerte de su gente les dio libertad, quedando detenido el rey y un tal Alby, a quienes encadenó por el cuello y conducidos al sitio en que fueron asesinados nuestros compañeros, donde se hallaron los cadáveres que habían cubierto de tierra. Encolerizado Gadifer quiso hacer degollar a Alby, pero el rey le aseguró en verdad de que no había sido cómplice en la muerte de sus compañeros, y que si lo hallaba culpable ni aun consentidor, que le mandase cortar la cabeza».
Como Gadifer se propuso averiguar la verdad y el rey le prometió entregarle a todos los autores de las referidas muertes, lo condujo al castillo del Rubicón haciéndole poner dos pares de grillos; más como a los pocos días consiguió quitárselos, <lo hizo encadenar y ponerle otro par de grillos que lo lastimaban mucho».
Asche al poco tiempo se presentó a Gadifer, en el Rubicón y «concertaron que el sería el rey de la isla, a condición de que se hiciera bautizar con todos los isleños de su partido». Cuando Guadarfia lo vio, le miró con desprecio diciéndole: fore tronc guevé, “traidor malvado”. No desconcertó esta imprecación al perverso Asche, sino que lo apresuró a hacerse proclamar rey por sus partidarios. Más no tardaron los franceses en descubrir que a ellos también les hacía traición; y como coincidió que en la noche del día de este descubrimiento logró escaparse el rey Guardafia, <Llevándose los grillos y la cadena con que estaba sugeto», quien ordenó que en el acto fuera el traidor lapidado y quemado su cadáver, desapareció del mundo Asche bajo las maldiciones de propios y extraños.
Anago Nombre del único que consiguió salvarse
de los 23 indígenas que acompañaban al rey Guardafia, en la traición preparada en la Aldea Grande por Bertín de Bemeval.
Bontier y Le Terrier
Bahanor Berthelot
Fáina. Esta reina, esposa y probablemente herma- Abreu Galindo
na del rey Zonzamas, cuéntase no fue indi-
ferente a los atractivos del almirante viz-
caíno Martín Ruiz de Avendaño, hospeda-
do en la corte por el año de 1377 con moti-
vo de una arribada forzosa. El nacimiento
de su hija Ico provocó gran revuelo en el
reino, por no considerarla parte de la no-
bleza como descendiente de Zonzamas
sino de Avendaño.
Guadarfía. Ocupaba el trono en Julio de 1402, cuando Bontier y Le Verrier
Guadarfia por primera vez arribó a la isla Juan de
Bethencourt. Casado con la reina Aniaga,
que tal vez era su hermana, dio pruebas de
ser hombre recto, forzudo y valeroso; tan
forzado y valeroso que refiriéndose los ca-
pellanes de Bethencourt a la emboscada
que le prepararon en Aldea Grande, dicen:
«y conociendo la traición de Bertín y sus
compañeros y el ultrage que se le había he-
cho, como hombre valeroso y esforzado
rompió las ligaduras que lo sugetaban, es-
capando de los tres hombres que tenía en
su guarda. Uno de ellos que era gascón qui-
so perseguirlo, más volviéndose el rey a él
con gran coraje, le dio tal golpe que ya na-
die se atrevió a acercársele. Esta era la sex-
ta vez que se libraba de las manos de los
cristianos, por su valor y esfuerzo». A la
que debemos añadir una séptima como an-
tes hemos relatado, con motivo de la traición
ción de su vasallo Asche.
Su exaltación del trono trajo disturbios la no
bleza por la discutida paternidad de su madre
Ico, dejando un rastro de espíritu sedicioso
que se exteriorizó en las intrigas de Asche.
De retorno Juan de Bethencourt de Euro
pa, fue por octava vez hecho prisionero
con 18 de sus cortesanos y se prosternó
declarándose vencido, pidiendo a la par
ser bautizado con su familia; lo que se
realizó el 20 de febrero de 1.404 recibien-
do el nombre de Luis. Bethencourt lo dató
generosamente, concediéndole «una casa
que pidió situada hacia el centro de la isla
y cerca de 300 acres de tierra y bosques en
los alrededores de dicha casa..., y a decir
verdad los terrenos que se le concedieron
eran de los mejores de la isla para la la-
branza, y conocía bien lo que pedía».
Guanareme Hijo de Zonzamas y casado con su herma- Abreu Galindo
na lco, sucedió en el trono a su hermano
primogénito Tinguanjaya. A su muerte
heredó la corona su hijo Guadarfía.
Ico: Esta desgraciada ínfanta pasó por la bo- Abreu Galindo
chornosa pesadumbre, de que un bando
de la nobleza pusiera en duda su legitimi-
dad paterna, contribuyendo a ello un tan-
to el tener la piel más blanca que la gene-
ralidad. Casada como dijimos con su her-
mano el rey Guanareme, que tuvieron a
Guardafia, a la muerte de su esposo co-
rrespondía la corona a su hijo, pero una
parcialidad nutrida de la nobleza se opuso
alegando que Guardafia llevaba en sus ve-
nas sangre extranjera.
Alteróse la isla dividiéndose en dos parti-
dos, uno favorable y otro contrario a la
reina, hasta que al fin para salir de dudas
acordaron remitir el asunto a la ordalía
del humo. «Sobre esto, refiere Abreu Ga-
lindo, entraron en consulta que lco entra-
se con tres criadas suyas villanas en la
casa del rey Zonzamas y que a todas cua-
tro se les diese humo, y que si lco
era noble no moriría y si extranjera, sí.
Había en Lanzarote, una vieja, la cual
aconsejó a lco que llevase una esponja
mojada en agua a escondidas y cuando
le diesen humo se la pusiese en la boca y
"' respirase en ella. Hízolo así, y dándole
humo en un aposento encerradas va-
lióse lco de la esponja y halláronla viva y
a las tres villanas ahogadas. Sacaron a lco
con gran honra y contento y alzaron por
rey a Guardafia.
Teguise Princesa, hija del rey Guardafía, que casó
con el señor de las islas menores Maciot
de Bethencourt.
Aun circula en la isla un fragmento de
unos antiguos «cantos divinos» alusivos a
los amores de dichos personajes:
Yo veí a Teguise un día
estando Maciot con ella
que criadillas comia;
y de gofio hacían pellas
que a Bethencourt le ofrecía,
Yo veí a Teguise un día
comiendo pescado asado,
que criadillas comía;
también gofio con burgaos
de lo cual Maciot comía.
El que coja papas- crías,
lo mismo que del ganado,
da la mitad a Guardarfía,
pues está determinado
del que en sus campos pacía»
La población llamada por Bontier y Le Ve-
rrier la «Aldea Grande», tomó de la prin-
cesa Teguise el nombre que hoy lleva.
Tinguanfaya Ocupó el trono a la muerte de su padre Abreu Galindo
Zonzamas; más entre los años 1.385 y 99
con motivo de un asalto a la isla por Gon-
zalo Peraza Martel, jefe de una escuadrilla
por cuenta de una compañía sevillana, patrocinada
por Enrique III, debilitó la población entre
muertos y vivos en 160 personas, figurando
en los cautivos el rey y la reina. «Crónica
de Don Enrique IlI».
Zonzamas. Es el soberano más antiguo de la isla de Bethencourt Alfonso
que se tiene noticia. Hallábase en 1.377 ca
sado con Fáina, tal vez su hermana, con la
que tuvo a Tinguanjaya, Guanareme e Ico.
Isla Erbani (Fuerteventura)
Ayoze Soberano del reino de Jandía, en la época Bontier y Le Verrier
de lá invasión de Juan de Bethencourt, año Abreu Galindo
de 1402.
Son legendarios sus hechos de armas con-
tra el famoso rey de Maxorata y el valor
que mostró al ser invadido por los euro-
peos. Cuéntase que era muy ágil y de
«grandes pulsos», recordándose algunas
anécdotas propias de aquellos tiempos he-
róicos, en que se tenía a gala preparar las
ocasiones unos a otros para ponerse a
prueba en valor y potencia muscular.
Refieren que teniendo anunciada el rey
Guize una visita de Ayoze, al llegar este no
bien penetraron en el auchon real y se sen-
taron entre los magnates, Guize1e presentó
un zurrón con gofio y un queso de año de
cuatro libras duro como risco, que a su
presencia partió con las manos sin aparen-
te esfuerzo en dos pedazos, diciéndole con
la mayor naturalidad:
-Sé que traes hambre y mientras nos
cuentas tu viaje prepárate un sobao.
Ayoze cogió como al descuido los dos tro-
zos de queso, testigos elocuentes de las
enormes fuerzas del que los partió con las
manos, los metió en el zurrón, llenó éste de
aire y cuando lo atravesó sobre el muslo
para sobarlo, con calculada indiferencia
hizo a Guize una pregunta que lo obligó a
hablar como un minuto.
Al terminar el de Maxorata observó Ayoze:
-Antes de empezar mi relato razón es de
que comamos; y así diciendo alargó el zu-
rrón a Guize con el sobao hecho, «más
blando que manteca».
Nadie replicó; allí no había pasado nada;
pero todos miraban con asombro a aque-
llos dos hércules. Tal era el temple de los
reyes. Resueltas ciertas negociaciones y de
acuerdo con el rey de Maxorata, unos días
después de éste, el 25 de enero de 1..405, se
presentó a Bethencourt seguido de 48 vasa-
llos para reconocer la soberanía de España
y ser bautizado. Recibió el nombre de Al-
fonso, y como data un solar para casa y 400
acres de tierra según Bontier y Le Verrier.
Guize Ultimo soberano de Maxorata, fue fa- Bethencourt Alfonso
moso guerrero y digno émulo del rey de
Jandía.
También refiere la tradición la visita que
devolvió a Ayoze. Advertido este, recibiólo
presentándole a pulso con una sola mano y
el brazo tendido, un tabajoste de dos asas
con 20 cuartillos de leche, diciéndole:
-«Bebe, que traerás sed del camino, y no
la derrames porque no tengo más».
Cogió Guize el tabajoste tal cual se lo pre-
sentaron, pero no bien empezó a beber se
le echó encima un perro furioso amaestra-
do. No interrumpió su faéna, sino que si-
guió bebiendo, pues mientras sostuvo el ta-
bajoste con la mano derecha, sujetó al pe-
rro por el cuello con la izquierda. Cuando
concluyó, a la par que entregaba con aire
distraído la vasija de ordeño caía muerto el
perro a sus pies; reanudándose la conversa-
ción como si nada hubiera acontecido.
En 18 de enero de 1405, apareció ante
Juan de Bethencourt con 40 de sus cortesa-
nos para entregarse y ser bautizado, to-
mando el nombre de Luis. Fue agraciado
con una data igual a la de Ayoze como afir-
man Bontier y Le Verrier.
Tagarruche Célebre maxo como saltarin. Bethencourt Alfonso
Yose Otro famoso maxo por sus fuerzas. Bethencourt Alfonso
Isla Esero (El Hierro)
Armiche Soberano de la isla a principios del siglo Bontier y Le Verrier
XV Juan de Bethencourt valiéndose del in-
térprete Augeron, natural de la Gomera,
logró que se le presentara el rey con 100 is-
leños más; «quien retuvo para sí 30, siendo
uno de ellos el rey, y los demás fueron re-
.partidos como botín, vendiéndose algunos
como esclavos».
Ferinto, Fedinto Es tradicional el célebre
«salto de Ferinto», Bethencourt Alfonso
ocurrido en la época de la conquista en el
primer asalto que dieron a la isla para re-
conocerla.
Desconociendo los bimbapes o indígenas
las armas de alcance, fue grande el asom-
bro cuando vieron caer a varios muertos o
heridos antes de llegar a las manos con el
enemigo, emprendiendo todos la fuga y
abandonando a su valeroso capitán Ferin-
to; que al tratar los invasores de hacerlo
prisionero, fue tal el salto de costado que
los llenó de estupor y señalaron para me-
moria de los venideros tiempos.
Tuvo lugar en el abra de Ajonse, entre las
montañas de Bentejís, donde colocaron y
subsisten dos mojones enterizos de piedra
viva, de 0,69 centímetros de largo por 0,49
de alto, que conservan su primitiva distan-
cia. El salto fue de 8,89 metros.
Guaracosa Berthelot
(Guarasoca)
Jacomar Indígena muerto en la isla de La Palma a Abreu Galindo
manos de Garehagua, que de pronto le tiró
un golpe de lanza al vientre hundiéndole un
cuerno afilado que llevaba en la punta,
cuando en conversación familiar le dijo que
él había matado a una mujer en cierto asal-
to, ignorando era hermana de Garehagua.
Yoñe, Yone Antiguo adívino que al sentirse morir, pre- Abreu Galindo
dijo, que así que sus restos estuvieran des-
hechos vendria por el mar el dios Eraoran-
han al que debían adorar; recomendándo-
les no huyeran ni pelearan cuando arribara
en una casa blanca. Por esto al llegar las
naves de los conquistadores, como encon-
traron los huesos de Yone convertidos en
polvo y por lo tanto cumplida la profecía,
llenos de regocijo se encaminaron a la
playa a darles la bienvenida.
Isla Ghumara (La Gomera)
Aalamon Viera
Aberbequeye; Aberbequeye Fernando, de Soberano a principios
del siglo XV del reino de Mulagua, uno de los cuatro en que
se fraccionó la isla a la muerte del rey.
Abreu Galindo
Amaluyge. Como los demás reyes-contem-
poráneos llevaba nombre de santo.
Abguavique Berthelot
Agachiche Castillo
Agoney Berthelot Aguacorama Famoso guerrero Abreu Galindo Agualeche Abreu Galindo
Aguamuge Célebre adivino, ascendiente de Ibone de Castillo
Armas (conquistador de La Palma y Teneri-
fe) según consta en su información de noble-
za de I.50I ante el escribano Antonio de la
Peña. Diligencias en poder de los sucesores
de D. José Mª de las Casas, en La Laguna.
Aguanahuche Notable guerrero Abreu Galindo
Aguavarahezan Abreu Galindo
Alguabozegue; Soberano a principios del siglo
XV del reino de Agana, uno de los cuatro reinos
De la isla. Bethencourt Alfonso
Aguabozegue .
Alsagai Berthelot
Amaluyge Rey de la isla en 1372. En dicho año el Abreu Galindo
conde de Ureña D. Fernando de Orimel,
jefe de una escuadrilla, dio fondo en el
puerto de Hipara hoy de San Sebastián; de
cuyo distrito era gobernador un hermano
del soberano, que murió con otros, defen-
diendo la tierra de los invasores. No tardó
el rey en atacarlos, pero con tal empuje
que les obligó a replegarse hacia un sitio
llamado Argodey, todo rodeado de peñas-
con una sola entrada, que los naturales
se apresuraron acerrar con troncos de ár-
boles, estableciendo un bloqueo en forma.
Sin esperanza de salvación los encerrados y
después de dos días sin comer ni beber, el
conde de Ureña como mejor pudo dio a co-
nocer su situación aflictiva, y el rey lleno de
piedad los perdonó dejándolos libres, abra-
zándolos y regalándolos. Este temple heroi-
co y generoso era ingénito en la raza guan-
che, porque a pesar de los asaltos que su-
frían, en años posteriores alcanzaba la mis-
ma gracia el portugués Diego de Silva de un
rey de Canaria y más tarde los prisioneros de
la rota de Centejo, de Bencomo en Tenerife.
Don Fernando de Orimel agradecido «dio
muchos vestidos y armas al rey, como es-
padas y broquel.es que estimaron en mu-
cho; y dicen que este rey Amaluyge se tor-
nó cristiano y se llamó Don Fernando
Amaluyge, y muchos se bautizaron con el
rey. y que al tiempo de la partida le rogó
el rey le dejase quien les enseñase y doctri-
nase, y que quedó un clérigo que se quiso
quedar prometiendo dar la vuelta presto, la
cual no hubo efecto». Aunque el clérigo vi-
vió poco tiempo, bautizó a muchos.
Amanhuy Fue hombre valeroso. Abreu Galindo
Augeron Hecho cautivo fue a parar a Aragón, de Bontier y Le Verrier
donde lo trajo Bethencourt como intérprete.
Bruco Jefe de algún señorío reino en que estaba Azurara
dividida la isla antes de 1.448. Presentóse a
unas carabelas portuguesas con deseo de po-
nerse bajo la protección del Infante de Por'-
tugal, en agradecimiento al buen trato que le
dispensó cuando lo llevaron cautivo a Lis-
boa y por haberlo devuelto libre a su país.
Conche Abreu Galindo
Gaumet Castillo
Gualhegueya Hombre corpulento y famoso por su valor Abreu Galindo
y fuerzas. Cuéntase entre otras hazañas,
que yendo con otros a mariscar a una baja
ya y al querer retirarse se los impidiera una
bandada de marrajos, se arrojó al agua
abrazándose a uno de ellos. Lucharon hun-
diéndose y volviendo al aire, pero con el
ruido de los zapatazos de la cola del pez
huyó espantada la bandada, que aprove-
charon todos, incluso Gualhegueya, para
ganar la tierra.
Guamil Guanchor (Dcto). Aguilar
Halhagal; Pedro Soberano a principios del siglo XV del rei- Abreu Galindo
no de Hipalan, uno de los cuatro en que estaba dividida
la isla.
Halhagal
Hautacuperche; Después de la conquista de La Gomera, Bethencourt Alfonso
Pedro Hautacuperche- que en rigor de verdad no se sabe cuando,
ni como ni quien la realizó, aunque de he-
cho fue Diego de Herrera, los odios y riva-
lidades de los antiguos cuatro reinos en que
se hallaba fraccionada continuaron en
otros tantos bandos derivados de los dichos
reinos, cuyas discordias se cree atizaban los
señores de la isla para mejor dominar a
gente de carácter tan resuelto como levan-
tisco. A uno de estos célebres bandos, al de
Mulagua, pertenecía Hautacuperche, pas-
tor en Aseysle del término de Guahedun y
hombre dispuesto, ágil y valeroso; que in-
teligenciado en la rebelión fraguada por su
pariente el viejo Hupalupu contra Hemán
Peraza, por esa época señor de la Gomera
y por quien sentía grandísimo encono, bajo
el pretexto de que tardaría en llegar por los
achaques de la edad y se perdería la oca-
sión, acaudilló una partída para atacar a
Peraza que se encontraba en la cueva de la
sacerdotisa lballa su querida, causa de la
rebelión.
A partir de este punto no reina acuerdo.
Según Abreu Galindo, como al salir Her-
nán Peraza de la cueva «estaba encima Pe-
dro Hautacuperche con un asta como dar-
do con un hierro de dos palmos, arrojándo-
la se la metió por entre la coraza y el pes-
cuezo, que lo pasó de arriba a abajo y lue-
go cayó allí muerto; matando también al
paje que había llevado consigo». Más la
tradición refiere el suceso de distinto
modo. Cuenta que apercibida lballa de que
sus parientes y parciales iban a matar a Pe-
raza, no encontrando otro medio de salva-
cíón, lo disfrazó de mujer para burlar a los
rebeldes y lograra llegar al sitio donde dejó
el caballo al cuidado de un paje; treta que
hubiera dado buen resultado, si una vieja
que estaba en el secreto del disfraz no lo
denuncia a gritos cuando se alejaba. Unos
añaden que lo remataron antes de alcanzar
el sitio en que estaba el caballo, pero otros
dicen que ya próximo cuando el paje vio el
tropel que lo perseguía, sin esperarlo mon-
tó y corrió a rienda suelta en dirección ala
torre señorial. Lo que no cabe duda es que
los rebeldes después de matar a su señor,
persiguieron con igual furia al paje para
que no diera aviso y apoderarse de la forta- .
leza; y tanto iban a sus alcances, que al ce-
rrar la puerta los dardos de los sublevados
quedaron clavados en las hojas.
Los rebeldes acaudillados por Hautacuper-
che pusieron sitio a la torre, donde se ence-
rró doña Beatriz de Bobadilla con sus hijos,
personal y algunos vecinos que en los pri-
meros momentos de confusión pudieron
colarse; momentos que también supo apro-
vechar la castellana, para expedir secreta-
.mente un falucho al conquistador de Cana-
ria Pedro de Vera, pidiéndole socorro. Pa-
sado ese breve tiempo, ni parte del vecin-
dario ni los del bando de Orone, como se
ha dicho, pudieron ya auxiliar a los blo-
queados.
Los sitiados se defendían con la misma
bravura con que eran atacados, especial-
mente por el jefe Hautacuperche, tan ágil y
ligero que tenía a gala de coger al vuelo
con la mano las saetas que le tiraban. Esta
bizarria le perdió, porque dando gran im-
portancia a su muerte Alonso Docampo y
no encontrando medio para ello, ideó que
mientras se colocaba en una saetera baja
con una ballesta armada de garrucha, An-
tonio de la Peña se subiese al terrado de la
torre y le amagase con otra ballesta para
descuidarlo, como así sucedió metiéndole
por el costado un pasador.
Con la muerte de Hautacuperche y la lle-
gada del general Vera, se retiraron los alza-
dos a lo más fragoso de la isla, entre otros
puntos a la Fortaleza de Chipudes, de don-
de le viene el nombre; pero al fin se deja-
ron engañar por el feroz e inhumano con-
quistador de la isla de Canaria.
Hera Berthelot
Hupalupu; Pablo Ya dijimos en otra parte que habiendo Bethencourt Alfonso
Hupalupu aconsejado a Hernán Peraza rompiera sus
relaciones con lballa para calmar los áni-
mos, fue tal la actitud del despótico señor
que temió por su vida y preparó la conspi-
ración en .la «Baja del Secreto», que llega-
ron a conocer o sospechar todos los del
bando de Mulagua.
Según algunos cronistas, el propósito de
Hupalupu no era dar muerte al señor de la
isla, al extremo de llorarla cuando lo supo,
pero este es un supuesto harto inocente da-
dos aquellos tiempos, el carácter de los se-
ñores como Peraza y los castigos que im-
ponían no ya a una rebelión sino al más
simple motín; y tanto es así que el viejo
Hupalupu dándose cuenta exacta de los
riesgos de la empresa, para en caso de fra-
caso había hecho que sus dos hijos prepa-
raran en secreto una balsa de foles, para es-
capar, procurando ganar a Tenerife en po-
der de los guanches; creyendo que sobre
ellos recaería toda la responsabilidad como
caudillos, pues el por su edad hacía el sa-
crificio de su vida. La iniciativa y acometi-
vidad de Hautacuperche trastornó su plan,
dando carácter colectivo al familiar que
pretendía como principales interesados en
el asunto; y por esto, aunque consideró a
salvo a sus dos hijos -cuyos descendientes
son los Álvarez de Chío, como dijimos-al
medir las inesperadas proporciones que
tomó apareciendo comprometida tanta
gente y las crueles represalias que sobre-
vendrían, a los pocos días murió de pena.
lballa Hermosísima joven sacerdotisa del bando Bethencourt Alfonso
de Mulagua, que habitaba unas cuevas del
término de Guahedun. Su gran belleza,
despertando el apetito libidinoso del señor
de la isla Hernán Peraza, que al fin la hizo
su querida, trajo las horribles crueldades de
Pedro de Vera de que nos habla la historia.
El escándalo que provocó los amores con
lballa por su carácter sagrado, no sólo era
un insoportable bochorno para la familia
cuya representación principal llevaba el
viejo Hupalupu, sino para el resto de los
gomeros y en particular los del bando de
Mulagua heridos en su fe y prácticas reli-
giosas; lo que unido alodio que sentían
por un señor como Hernán Peraza de espí-
ritu dominante, soberbio, rencoroso y ven-
gativo -de que dió sobradas muestras con
la muerte de Juan Rejón explica cómo la
ejecución de una venganza en aquel pueblo
pronto a las vías de hechos, saliera de los
límites que proyectaran sus autores. Por
esto no bien díeron muerte a Peraza, por
estimarla una situación similar a sus proce-
dimientos de divorcio, gritaban subidos a
los cerros en su lengua: «Ya el gánigo de
Guahedun se quebró». «Ya el gánigo de
Guahedun se quebró», como escribe Abreu
Galindo. Verdad es que este cronista no da
a la frase transcrita la interpretación que
tiene, sino otra completamente caprichosa.
«Gánígo es como cazuela de barro en que
comen mucho juntos, observa fray Abreu
Galindo, y porque todos iban a hacer reve-
rencia y acatamiento a Hernán Peraza, de-
cían iban a beber leche en él como gáni-
go». Semejantes inexactitudes que hasta ca-
recen de sentido, han desfigurado la histo-
ria de Canarias. Como diremos oportuna-
mente, en la Gomera, Tenerife y probable-
mente en las demás islas, en el ceremonial
del matrimonio entregaban a los novios un
ganiguito como símbolo de la unión que
guardaban con cuidado; y cuando solicita-
ban y era concedido el divorcio lo devol-
vían al gran sacerdote, que ante el público
concluía por romperlo contra el suelo,
quedando ipso facto disuelto el matrimo-
nio. Como en la mancebía de Hernán Pe-
raza no podía existir el ganiguito, con su
muerte aludían a que habían quebrado el
gánigo y deshecho por lo tanto la unión.
Igalgun Abreu Galindo
Masegue Conche;. Soberano a principios del siglo XV del reino Abreu Galindo
De Orone, uno de los cuatro en que se hallaba dividida la isla.
Meteguanchepe
Míguan Castillo
Orenayagana Berthelot
Piste Jefe de algún señorío o reino de la isla an- Azurara
tes de 1448, contemporáneo de Bruco, que
no sólo pretendió como éste la protección
del infante Don Enrique de Portugal, sino
que voluntariamente embarcó con un es-
cuadrón de vasallos en una carabela lusita;.
na, para ayudar a hacer cautivos en la isla
de la Palma; donde se apoderaron de 17 is-
leños, entre los que figuraba la soberana de
un reinillo.
Por cierto que una de las tres naves de la
escuadrilla mandada por Juan de Castilla,
zarpó alevosamente con 2 I de los gomeros
auxiliares y los condujo como esclavos a
Portugal; donde sabido por el Infante ta-
maña deslealtad, impuso un correctivo al
capitán y llamando a palacio a los gomeros
engañados, los regaló y devolvió a su isla.
Tibilfaro; Ibo Alfaro Más por el segundo
de estos nombres, co Bethencourt Alfonso
.....................................
Por dicha fecha en la cumbre de Tajaqué,
tuvo lugar una tragedia que refieren seña-
lando una cruz conocida por el siguiente
dístico: «Aquí está la cruz, amigo,
donde el muerto mató al vivo».
Cuéntase vivía en Hermigua una mucha-
cha llamada Mencías, hija del indígena Ti-
bifaro, pretendida por dos mozos de dis-
tintos bandos con los que guardó igual ac-
titud temerosa que el elegido de su corazón
fuera víctima del otro; mas un día encon-
tráronse en casa de Tibifaro y como rece-
losos los dos le pidieran la hija, declaróles
aplazada la contestación hasta que uno de
ellos desistiera, porque ambos eran de su
agrado. Ocurrió esto la víspera de partir al
descubrimiento de las tierras del Poniete
la escuadrilla fondeada en San Sebastián; y
como era Colón conocido en la isla por ha-
ber morado en ella, decidieron los enamo-
rados incorporarse a la expedición después
de recabar seria Mencias para el primero
que volviera, así como no separarse ya has-
ta embarcar desconfiando uno del otro.
Juntos salieron camino de la Villa, pero al
atravesar el monte de Tajaqué, el más vil
mató a traición a su rival de un lanzazo
por la espalda, ocultando el cadáver en un
mal hoyo abierto con el regatón. Luego
emprendió la marcha no dejándose ver de
nadie y con igual sigilo logró meterse en
una de las carabelas. Como no se supo más
de ninguno de los dos mozos, todos creye-
ron se habían ido con Colón.
Pasado tiempo se presentó en la isla el ase-
sino hablando maravillas de la nueva tierra
y diciendo que voluntariamente quedó su
rival con otros. A los pocos días marchó en
derechura a Hermigua para ver a su novia
y al pasar por el sitio en que cometió el
asesinato, fue por curiosidad a examinar la
sepultura encontrando por efecto de las
lluvias parte de los huesos al descubierto,
entre los que se destacaba la calavera. Ti-
róle con rabia un golpe de lanza atravesán-
dola, por cuanto más la sacudió para que
cayera más se le aproximó a las manos;
por lo que cogiendo la lanza por el regatón
y tendiéndola sobre el gajo de un árbol
para desprenderla por el otro lado tirando
hacia sí, lo hizo con tal fuerza que se lo
hundió en el pecho cayendo mortalmente
herido. Antes de expirar pudo contar el su-
ceso con todos sus detalles y las almas pia-
dosas levantaron en dicho lugar la cruz que
aún existe, conocida por
«Aquí está la cruz, amigo,
donde el muerto mató al vivo».
Unchepe Marin y Cubas
Undupe Castillo
Isla Benahuare (La Palma)
Agacencie Con sus hermanos Tinisuaga y Bentacayse Abreu Galindo
compartía la soberanía del reino de Tedo-
te, uno de los doce estados en que se halla-
ba dividida la isla de la Palma.
Estando un día holgándose los tres con va-
rias mozas en el fondo de un barranco, hoy
llamado de Agacencio en recuerdo del su-
ceso, de pronto una avenida los ahogó a to-
dos, a excepción de Bentacayse que apare-
ció enganchado en un árbol, de lo que le
sobrevino una cojera.
Aganeye o Mayantigo Por ambos nombres era conocido este so- Abreu Galindo
berano del reino de Adirane. Por su gen-
tileza y buena postura llamábanlo Mayan-
tigo, que significa «pedazo de cielo»; pero
como a consecuencia de una herida recibi-
da en un combate perdió el brazo iz-
quierdo, que a1 verlo gangrenado el mismo
se lo cortó por el codo con la mano de-
recha, en adelante también lo titulaban
Aganeye, que quiere decir «brazo corta-
do». Pero lo singular es que estando en
guerra con los hermanos Echentire y
Azuquahe, del primero recibió la herida
que sólo tenía un brazo de nacimiento.
Por este reino desembarcó el general Don
Alonso de Lugo y en el sentó el Real para
la conquista de la isla.
Alabara Soberano del reino de Tenagua. Abreu Galindo
Sufrió esta región frecuentes correrías de los herreños.
En una de ellas, encontrándose accidental-
mente en este reino el manco Echentire lo
hicieron cautivo, pero logrando escaparse
reunió fuerzas y ahuyentó al enemigo.
Atogmatoma Soberano del reino de Hiscaguan, el más Abreu Galindo
poderoso en territorio y vasallos. Tuvo fre-
cuentes guerras con los demás reyes, sus
parientes próximos.. tíos, primos y sobri-
nos. Enemistado con su sobrino Tanausu,
rey de la Caldera o Acerá, se declararon la
guerra. Atogmatoma trató de invadir el es-
tado enemigo, pero no pudo lograrlo a pe-
sar de sus mayores fuerzas por las condi-
ciones el terreno y la valerosa resistencia
que encontró, y solicitó entonces el auxilio
de los reyes Bediesta y Temiaba que acu-
dieron presurosos.
Tanausu se vio en la necesidad, no sólo de
replegarse hacia el roque de Behenauno
abandonando la entrada, sino de demandar
socorro a los reyes sus primos Aganeye,
Azuquahe, Jugiero y Garehagua.
No estaba seguro de la actitud de estos, pero
Ehenauca, activo y al parecer un jefe feudata-
rio, después de incorporarle un contingente
de 30 hombres marchó en secreto al reino
de Adirane para enterarse de la resolución
que tomaban, que siendo favorable le avisó
pronto estarían a su lado.
Por más que rodearon de la mayor reserva
tales pasos y preparativos, no pasaron de-
sapercibidos para Atogmatoma, que dispu-
so una emboscada de 150 guerreros para
caer de improviso sobre la retaguardia de
un cuerpo auxiliar; como lo realizó derro-
tando a Aganeye y aprisionando a su padre
Dahentire, que por su edad avanzada no
pudo huir con velocidad. Este accidente,
sin embargo, rehizo a Aganeye, porque
consiguió detener a su gente y enardecerla
al extremo de hacer frente al enemigo y
rescatar a su padre, si bien recibió una he-
rida que; le imposibilitó seguir batiéndose;
pero su hermano Azuquahe luchó con tal
valor y suerte que logró quedara indecisa la
victoria, separándose ambos ejércitos para
decidirla al siguiente día en el llano de
Adirane.
Cuando apareció el sol sobre el horizonte,
todos los confederados de ambos ejércitos
estaban en sus puestos, figurando entre
ellos Tanausu. Fue completamente desba-
ratado el de Atogmatoma y este perseguido
de cerca por Ehenauca para matarlo; pero
una hija del rey fugitivo se abrazó a su pri-
mo Ehenauca y recabó su perdón.
Con la derrota los contendientes se retira-
ron a sus respectivos reinos; pero como
Atogmatoma sabía era envidiado y recela-
ba volverían a cornfederarse contra él por
su enemistad con Tanausu, como político
previsor casó a su hija Tinabuna con el rey
Aganeye.
Autinmara Valeroso y esforzado capitán del reino de Abreu Galindo
Tagaragre. En rigor gobernaba el reino
más que el soberano Temiaba.
Azuquahe Con su hermano Echentire compartía la Abreu Galindo
soberanía del reino de Ahenguareme.
Fue intrépido guerrero.
Bediesta Existían dos soberanos de este nombre, Abreu Galindo
uno del reino de Tagalgen, y otro del reino
de Adeyahamen.
Bentacayse Véase, Agacencie.
Chedey. Echedey Soberano del reino de Tihuya.
Según Marín y Cubas, el rey su padre fue un célebre
adivino o agorero.
Invadido su reino por Guillén Peraza con
500 hombres, a la vez que puso al frente de
las fuerzas a su entendido y valeroso her-
mano Chenaco, solicitó el auxilio del rey
Temiaha, que le envió al intrépido Autin-
mara con todos sus guerreros. Los invaso-
res fueron derrotados. muriendo el jefe
Guillén Peraza y sobre 200 cristianos,
como escribe Abreu Galindo.
Chenaco: Valeroso hermano del rey Chedey. Abreu Galindo
Chenauco
Dahentire. Padre del rey Aganeye. Abreu Galindo
Doguen Berthelot
Echentire: Como ya se dijo al hablar de su hermano Abreu Galindo
Azuquahe, compartía con este la soberanía
del reino Ahenguareme; así como que ha-
bía nacido sin el brazo izquierdo, y que
hirió en un combate a Mayantigo atrave-
sándole la mano izquierda con una moca o
dardo.
Ehenauca Probablemente un señor feudatario, que fa- Abreu Galindo
voreció a Tanausu, como se dijo al hablar
de Atomagtoma. .
Garehagua Este nombre significa «ruin como un pe- Abreu Galindo
rro», según Marín y Cubas. Compartía con
su hermano Jugiero, la soberanía del reino
de Tigalate. Como dijimos al hablar del
herreño Jacomar, fue este muerto por sus
manos. Era hombre tan belicoso como mal
intencionado.
Guayafanta. Mujer agigantada y forzuda, que sorprendi- Abreu Galindo
da por unos asaltantes herreños en el reíno
de Adirane, se metió a uno debajo del bra-
zo para despeñarlo y sólo lo evitaron tirán-
dole un tajo a las piernas.
Guehevey Chil
Harahacha Castillo
Harchagua Viera
Jugiero: Joriguo Soberano que compartía con Garehagua el Abreu Galindo
gobierno del reino de Tigalate.
Tamanca Señor de Guehebey. Abreu Galindo
Tanausú: Soberano del reino de Aceró o la Caldera.
Fue un valeroso guerrero y el único que en
rigor mostró resistencia a Alonso de Lugo,
cuando a fines de septiembre de 1490 inva-
dió la isla de la Palma por Tazacorte. Do-
minada a los pocos meses y ya la mayoría
de los habitantes patidarios de los con-
quistadores, sólo Tanausú se sobrepuso a
la prudencia cometiendo el acto temerario
dc hacer frente a los europeos. Atacado y
desalojado de Adamacansis después de
duro combate, se replegó hacia unos despe-
ñaderos inexpugnables tremolando el pen-
dón de la independencia. Allá lo siguió
Lugo por el paso de Ajerjo en hombros de
los naturales, tan interesados como los es-
pañoles en combatirlo, por lo que dicho si-
tio se conoce por «paso del capitán», y no
pudo apoderarse de dicho lugar por la he-
roica resistencia de Tanausú; lo que indujo
a Lugo acudir a la vía diplomática para re-
ducirlo sin más efusion de sangre.
«Mandó,-añade fray Abreu Galindo-, a
un pariente de Tanausú su adalid, que era
cristiano y andaba en el campo seis meses
había, que se llamaba Juan Palma, y de su
parte le dijese que se diese, que le prometía
hacerle buen tratamiento y regalo redu-
ciéndose a la fe de Cristo, y le dejaría en su
.tierra reconociendo por supremo señor a
los Reyes Católicos. Juan de Palma puso
en obra lo que se le mandó, y la repuesta
que;de Tanausú trajo fue: «que se saliese
del lugar en que estaban los cristianos y
que el haría lo que le mandaba a decir, y
para ello lo hallaría otro día en Adirani,
más abajo de la Caldera, en una fuente que
llaman del Pino, con su gente».
Hasta aquí estamos conforme con Abreu Bethencourt Alfonso
Galindo, pero no en lo restante por invero-
símíl. Dice que desconfiado Lugo de la res-
puesta de Tanausú, dispuso una embosca-
da esa noche para defender la entrada jun-
to a Adamacansis y cortarles la retirada si
iban de huida; y que al siguiente día, 3 de
Mayo, salió Lugo con el ejército en orden
de batalla al sitio señalado donde halló con
toda su gente a Tanausú; a quien observó
su pariente Ugranfir: «mira lo que te con-
viene, que esta gente no trae muestra de
paz», y él le contestó que estaba allí sobre
seguro porla palabra de Lugo. Más que de
pronto embistieron a los naturales, derro-
tándolos y aprisionando a Tanausú, quien
se lamentaba de la falta de palabra de
Lugo.
Añade que con otros cautivos fue enviado
a los Reyes Católicos Tanausú, que de co-
raje se dejó morir de hambre.
Fray Abreu Galindo no escribe lo que vió,
sino siglo y medio más tarde; no funda-
menta los hechos en ningún testimonio
contemporáneo y lo que relata ni es racio-
nal, ni está en armonía con los anteceden:.
tes de la personalidad moral de Lugo, ni
con sus intereses materiales.
Cuando la palabra de Lugo disfrutaba de tal
crédito que ni el mismo Tanausu dudó un
momento; cuando éste último defensor de la
independencia de la isla se le rendía con
toda su gente; cuando tenía cortada la reti-
rada de Tanausu, mejor dicho, el acceso a
la Caldera; cuando la entrevista con los in-
dígenas no era en el fondo de un barranco
sino en campo abierto, donde al primer
amago de embestirles al verse' traicionados
se desparraman como corzos en todas direc-
ciones, sin ser posible darles alcance; cuan-
do la conquista y pacificación era un hecho,
y para consolidarlas sólo necesitaba cumplir
sus promesas, no perseguir ni hacer daño a
los que voluntáriamente se entregaban;
cuando el interés económico de Lugo estri-
baba en la pronta reducción de .la isla, en
que no se prolongara la guerra como hubie-
ra sucedido de faltar a los convenios, ¿cómo
creer la necedad de que se hizo portavoz
fray Abreu Galindo?
O no ocurrieron las cosas como las cuenta
o hay que testimoniar los contrasentidos.
Además, de haber cometido Lugo tal falsía,
ni se explica cómo quedó la isla desde ese
momento como una balsa de aceite, ni me-
nos que Lugo, dado los émulos y enemigos
que tenía, enviara a los Reyes Católicos a
Tanausu como un testigo de su vileza.[1]
Temiaha. Rey de Ta garagre. Era pusilánime y poco Abreu Galindo
hábil. teniendo encomendado el gobierno
al valiente Autinmara.
Tenagua Abreu Galindo
Tihuya Abreu Galindo
Timaha Viera
Tinabuna Hija del rey Atomagtoma, que casó con el Abreu Galindo
Soberano de Aganeye.
Tiniaba Pariente de Atomagtoma. Abreu Galindo
Tinihuya Abreu Galindo
Tinisuaga Abreu Galindo
Tinixara Aguilar
Ugranfir Pariente de Tanausú. Abreu Galindo
Isla Tamarant (Gran Canaria)
Ahenlanar Chil
Ahenchara Mujer de Thenesor Semidan y madre de
La pricesa Guayarmina.
Chambeneguer.
Abian Gómez Escudero
Acoidan Marín y Cubas
Acoraida; En la embajada o comisión de diez indíge- Marín y Cubas
nas, que en 1476 embarcó para Lanzarote a fin de
celebrar un tratado de paz con Diego de Herrera,
según escritura otorgada el II de enero del mismo año
ante el escribano Juan Ruiz Cometa, Acoraida
llevaba la representación del distrito de Telde.
Acosayda Abreu Galindo
Achudinda. Representante del distrito de Gáldar en la Marín y Cubas
comisión del tratado de paz con Diego
Herrera en 1476.
Adargoma «Espalda de risco». Gáire del reino de Escudero
Gáldar fue notable por su valor, fuerza y
resistencia. Venció en lucha singular a
Guariraygua de Telde, porque sí bien
cayó debajo, lo oprimió entre los brazos
de tal suerte, que se dio por vencido. Heri-
do en un muslo y hecho prisionero en la
batalla de Giniguada, fue bautizado y
conducido a España. Cuenta Abreu Ga-
lindo que hallándose en el palacio del ar-
zobispo de Sevilla un manchego le invitó
a luchar, a lo que contestó el canario:
«Razón es que brindemos primero»; y
llenando un vaso de vino añadió: «Sujéta-
me el brazo con los dos tuyo y si me im-
pides que lo beba me declaro vencido».
Y, en efecto, no logró evitar que lo bebiera.
Adeun Marín y Cubas
Aduce Representante por el distrito de Tamara- Marín y Cubas
ceyte en la embajada de 1476 que celebró
el tratado de paz con Diego de Herrera en
Lanzarote.
Ahuteya Id. id. por el distrito o partido de Astiacar. Marín y Cubas
Aymedeyacoan Hijo de una marimaguada y padre de la Marín y Cubas
hermosa joven Tenesoya Vidina, debióse a
él y su madre no fueran quemados vivos
los prisioneros hechos en Agosto de 1479 a
Hernando Cabrón, en el combate de Tira-
jana, como pretendía el Faycán de Telde,
«El Tuerto». Desatáronlos de la pira y fue-
ron conducidos libres al Real de las Palmas.
Aythamy Hermano del rey de Gáldar Thenesor Se- Escudero
midan y hombre de carácter soberbio e iri-
dócil, des pechado por no haber prevaleci-
do su candidatura al trono vacante por
caer prisionero el soberano, se sometió a
los españoles e hizo bautizar tomando el
nombre de Diego.
Aja Marín y Cubas
Aiguin-Arguin Según algunas tradiciones fue el rey más Escudero
antiguo de la isla de que se hace memoria.
Ancor Marín y Cubas
Aoutcho Chil
Aridane; Arydañy Llevó, la representación del distrito de Abreu Galindo
Aquejata en la embajada a Diego de Herre-
ra en 1476, para la celebración del tratado
de paz.. .
Arinegua Núñez de la Peña
Arminda Esta princesa, hija única del rey de Gáldar Marín y Cubas
Guanache Semidan «el Bueno»; quedó
huérfana de padre en 1472 teniendo ocho años.
Artamy; Artemi Hijo de Atidamana y Gumidafe, Bontier y Le Verrier
heredó el trono de la isla y. murió en Agüimes en un Escudero
encuentro con las fuerzas de Juan de Be-
thencourt.
Artentefayc Representante del distrito., tribu o señorío Abreu Galindo
de Artevirgo en la embajada a Diego de
Herrera en 1476.
Atacaycate «Atacaycate el salvaje». Famoso por sus
Fuerzas y fealdad. Sedeño
Arabisen
Atidamana En los primeros tiempos en que estuvo di- Escudero
vidida la isla en diez reinos o tribus, cuén-
tase que dicha doncella de carácter enérgi-
co, ambiciosa y de talento, probablemente
sacerdotisa, se casó con Gumidafe, señor
de Gáldar y el guerrero más acreditado; lo-
grando enseñorearse de la isla y trasmitir la
corona a su único hijo Artemi.
Autindana Guayre de Telde Escudero
Aventaho Escudero
Aymedeyacoan Castillo
Aythamy: Artemy Castillo
Bayanor Chil
Bentagay; Bentagaiche Guayre de Telde Escudero
Bentagaya Marin y Cubas
Bentagayre; Bentagua Noble de Arganeguin, Marín y Cubas
indignado con las osadías del villano
Doramas, esperóle un día en el camino,
y no bien lo tuvo a su alcance arrojóle a los ojos
un puñado de tierra para sorprenderlo, abrazarlo
y derribarlo, como lo hizo, sujetándolo fuertemente.
-¿Quién eres?, preguntó Doramas.
-Conócete tú primero.
-«Conózcome que soy trasquilado».
Ante esta declaración lo dejó en libertad,
satisfecho su orgullo de clase.
Este mismo noble simuló someterse a los
españoles para mejor espiarlos y estudiar
sus usos, entradas y salidas del Real, desa-
pareciendo de pronto; para acercarse por
las noches y herir o matar a los centinelas.
Hasta intentó dar un asalto que le fracasó.
Bentagoche; Benthagoche- Ventagaihe Semidan
por estos
distintos nombres es conocido un
rey de Telde, que en opinión de algunos cronistas
era uno de los hijos del soberano Artemi-Semidan
pero según Millares fueron los tales hijos de Taghoter Semidan
y nietos de Artemi.
Dicho soberano murió antes de la invasión
española, dejando dos hijos de corta edad
que no figuraron; y afirman distintos auto-
res que se rebeló contra su hermano el rey
de Gáldar, proclamándose independiente,
siendo rey feudatario.
Benthtejuí Fue el último rey de la isla, proclamado al Castillo
vacar el trono por caer prisionero el sobe-
rano Thenesor Semidan. Entre los varios
que aspiraban a la corona prevaleció por
imposición del Faycan de Telde, el célebre
gran sacerdote conocido por «el Tuerto».
Bentohey Guayre de Telde. Escudero
Bestindana Chil
Cataifa «Otro hubo gran luchador. Guanhaben, Gómez Escudero
del pueblo de Tunte; que teniendo un de-
safio de lucha con Cataifa y habiendo es-
tado casi dos horas forcejeando uno contra
otro, le dijo Guahaben, viendo ser impo-
sible vencerle: «¿;Harás tu lo que yo hicie-
re'?» -«Sí, contestó Cataifa; y corriendo
uno tras otro se arrojaron por un alto rísco
haciéndosc ambos pedazos».
Cataifa Guayre de Gáldar. Escudero
Dara Chil
Doramas «Ancha nariz». Hercúleo, valeroso y de Escudcro
grandes ambiciones. No fue rey como pre-
tenden algunos cronistas pero merecía ser-
lo; 1o hubiera sido indudablemente de no
Interponerse la invasión española. Para
apreciar sus mérito, personales basta pen-
sar que siendo un villano. un despreciable
trasquilado saltando por encima del dere-
cho constitutivo y de las sagradas prerroga-
tivas de una nobleza tan potente como or-
gullosa; se atrajo y organizó una partida a
manera de guardia de hombres decididos y
se estableció en el monte dc su nombre.
que con justicia le conserva la historia. y
desde allí aquel gran rebelde, como quien
esta en sus propios dominios, miró cara a
cara a los reyes y próceres que simularon
no verlo.
Por sus hazañas enamoró a una joven de la
nobleza hermana del guayre Maninidra,
quien se dice la encerró en el islote del Ro-
que de Gando para sustraerla de tal vileza:
pero añade la leyenda que Doramas atra-
vesaba a nado todas las noches el brazo dc
mar.
En un encuentro en Arucas murió como
vivió, procurando sostener su prestigio con
hechos heroicos en combates singulares,
Después de matar aun conquistador y
malherir a otro, cayó de un lanzazo de Pe-
dro de Vera.
Echerchamerato. Berthelot
Eganoiga Marín y Cubas
Egenenacar Representante por Agüimes en la embaja- Marín y Cubas
da que fue a Lanzarote en 1476 a celebrar
el tratado de paz con Díego de Herrera"
Egonaigache Semidan Escudero
Egonayga Abreu Galindo
Guanachesemedan: Guanache-Semidan Marin y Cubas
“el Bueno”- Nieto de Artemie hijo primogénito de
Taghoter Semidan, ocupó el trono de la isla
estableciéndose en Gáldar, antigua corte de
los reyes. Dícese que su hermano Venta-
gaihe Semidan, hallándose al frente del vi-
rreinato de Telde, se rebeló proclamándose
independiente, no acudiendo en adelante a
las «Cuevas de Faracas» a celebrar las cor-
tes generales de la isla.
Adquirió el sobrenombre de «Bueno» por
la conducta observada con el portugués
Diego de Silva, que habiendo de concierto
con su suegro Diego de Herrera, invadido
las costas de Gáldar con 200 hombres, fue
tan bravamente embestido que tuvo que
replegarse y atrincherarse en una especie
de plazuela cerrada, donde lo bloquearon
en términos de tener que capitular o morir
de hambre o matando. Condolido el sobe-
rano y viendo la actitud de su pueblo de no
dar cuartel a los extranjeros, sugirió a estos
la idea de que a pretexto de una conferen-
cia se apoderaran de su persona para que
les sirviera de rescate, y así aconteció.
Era casado con Guanuriragua, hermana
.del faycan de Telde «el Tuerto», de la que
tuvo ala princesa Arminda.
Gaifa Guayre del reino de Gáldar. Escudero
Gaitafa Partidario de Doramas. Abreu Galindo
Ganana Chil
Ganarigua Berthelot
Gararona Escudero
Gararosa Partidario de Doramas. Abreu Galindo
Garfa Escudero
Gariraygua Escudero
Geniguado Chil
Gitagama Partidario de Doramas. Abreu Galindo
Guanhaben Guayre de Telde, que fue el que se despe- Escudero
ñó con Caitafa porque en lucha no pudie-
ron tumbarse.
Guariragua Más conocido en la historia por «el Tuer-
to», era faycan o gran sacerdote del reino
de Telde y señor de Tara. Astuto, previsor
y dominante, fue la figura de más relieve.
Este guerrero pundonoroso, al verse aban- Castillo
donado de sus hombres en los riscos de Fa-
taga en una sorpresa de los españoles, se
despeñó, Fue el día postrero de la conquis-
ta.
Thagoroste Uno de los pretendientes de la corona Abreu Galindo
cuando cayó prisionero D. Fernando Gua- Castillo.
narteme. Era de la familia real de Semi-
dan.
Thasirga; Tazirga Aya de la noble Tenesoya Vidina,
Hecha cautiva con su ama y una sierva en las
playas de Gáldar por una fusta de Diego
Herrera. Recibió al bautizarla el nombre
de María, pero anhelando volver a su isla,
la condujeron, donde siempre conservó ca-
riño a los españoles. Créese influyó con el
soberano que salvó al portugués Silva y sus
200 hombres.
Teneguana Abreu Galindo
Thenesoya o Tenesoya Vidina Esta hermosa Abreu Galindo,
joven, hija del prócer Aymedeyacoan de Gáldar, Castillo.
Yendo a bañarse a la playa de Lairaga de
dicha región, acompañada de su aya y una sierva,
fueron hechas cautivas por una fusta de Diego
de Herrera. Recibida en Lanzarote por Da. Inés Pe-
raza con grandes consideraciones, pronto
aprendió el castellano y se bautizó toman-
do el nombre de Luisa, no tardando en ca-
sarse con Maciot Perdomo Bethencourt, de
distinguida familia.
Refieren algunos cronistas que después de
casada, se hizo conducir a Canaria para
gestionar la libertad de los prisioneros de la
torre de Gando; y se dice que gracia a ella y a los
trabajos del prisionero Chemayde, debióse
el nombramiento de la embajada que pasó
a Lanzarote en !476 a celebrar el tratado
de paz con Diego de Herrera, conduciendo
todos los prisioneros. Seguidamente retor-
nó a Lanzarote.
Thenesor Semidan; Sosa
Guayedra Hijo de Soront Semidan, hermano del rey Marin y Cubas
Guanache Semidan el Bueno, a la muerte
de éste su tío subió al trono teniendo 24
años de edad. Hallábase casado con Abene-
hara, de la que tuvo a la princesa Guayarmina.
Era nomble leal y valeroso, siendo
sorprendido y hecho prisionero en unas
cuevas por las fuerzas acantonadas en
Agaete, mandadas por el conquistador
Alonso de Lugo, de quien se hizo muy
amigo. Conducido a España, donde fue
atendido por los Reyes Católicos, se
bautizó tomando el nombre de Fernando
Guanarteme. A su retorno a Canaria
contribuyó poderosamente a la conquista
y pacificación de la isla; pasando más
tarde a la conquista de Tenerife,[2] rigiendo
un escuadrón de sus parientes y antiguos
cortesanos, por la estrecha amistad que le
unía a Lugo. Se avecindó en Tenerife,
donde fue datado generosamente y mu-
rió.
Tileran Encontrándose Gadifer en Gando, Bontier y Le Verrier
apareció a bordo llevando un zurroncito atado al
cuello, conteniendo una relación escrita
por unos náufragos españoles, en la que re-
ferían el siniestro sufrido el año 1382, que
damos a conocer en otro lugar. Había sido
secretamente bautizado recibiendo el nom"'
bre de Pedro.
Tixama Abreu Galindo
Tijandarte Partidario de Doramas Escudero
Tiniguado Chil
Utindana Sosa
Utiridan Castillo
Ventahor 'Murió de una pedrada que recibió en el pe- Abreu Galindo
cho en desafío con Adargoma.
Vildacane Representante del distrito de Tejeda en la
embajada que fue a Lanzarote en 1476 a
celebrar el tratado de paz con Diego de He-
rrera.
Xama Escudero
Xitama Chil
Isla Chinech (Tenerife)
Acáymo Hijo segundo de Tinerfe el Grande y primr Espinosa
rey de la nación güimarera de los últimos
tiempos.
Entrando en la conspiración de la mayoría
de sus hermanos a la muerte de Tinerfe el
Grande, contra el legítimo heredero, su so-
brino Betzenuhya, al trono de la isla, se
hizo proclamar mencey por la provincia de
Güímar que gobernaba. Fue uno de los so-
beranos que en 1464 estuvo en Añaza con
motivo de la llegada de Diego de Herrera.
Acáymo Daniaga Mencey de Tacoronte. Viana
Fue un valeroso guerrero. Según Núñez
de la Peña alcanzó grave herida en un muslo
en la batalla de la Victoria favorable a los
españoles; y al celebrarse la paz de Taoro
o Realejos, se presentó con una pica ganada al enemigo
aun tinta en sangre. Después de bautizado
se llamó Fernando o Hernando de Taco-
ronte y fue uno de los que desempeñaron
papel más eficaz en la sublevación del rey
Ichasagua, cinco años después de la con-
quista.
Casado con la que más tarde se llamó Ma-
ría Hernández y Fernández tuvo 8 hijos,
según de Arribas: Francisco, Juan, Héctor,
Luis, Hernando, Antón y Ana, que se ape-
llidaron Hernández Tacoronte, y otra hija,
María Rodríguez Hernández. Poseía casa
en La Laguna, donde testó en 1.0 de marzo
de 1520 ante Alonso Gutiérrez, como
consta al f. 499; y fue datado en Arona,
.Igueste y otros puntos como declara el
mencionado Sr. de Arribas.
Aconáimo Viera
Adichoña Achimencey de una provincia Bethencourt Alfonso
del reino de Abona, triunfador en el tiro de banotes en
uno de los Juegos Beñesmares del reino de
Güímar..
Adxoña. Atxoña Mencey de Abona en 1494. Viana
Este rey con los de Adeje, Daute e Icod se
hallaron confederados por dicha época
contra Bencomo; y siguieron en la misma
actitud a pesar de la invasión española, por
negarse el de Taoro a reconocer la inde-
pendencia del reino de Güímar.
Después de bautizado se llamó Gaspar
Hernández y era casado con una hija del
rey de Taoro, más tarde conocida por
Mencías Bencomo, con la que tuvo a Juan
Gaspar Hernández y Catalina Bencomo,
generalmente apellidada Catalina Izquier-
do. Según los genealogistas contrajo segun-
das nupcias, pero en nuestra opinión no
por viudez, sino con una esposa cucaha o
guáchara, que al bautizarse la denomina-
ron Catalina Francisca Zapata, más cono-
cida por la «lnfanta Zapata», con la que
también tuvo otros dos hijos.
Según García Ramos fue datado como
consta en el lib. 1.0 de Datas originales,
cuaderno II, folio 7; en ellib. 2.0, cuader-
no 10, f. 53 y en ellib. 3.0 o 1.0 por testi-
monio al f. 311. Testó dos veces: la prime-
ra, antes de pasar a Berbería en una expe- .
dición, en 1504 en La Orotava,ante Diego
de Andrada, folio 538; y la segunda en La
Laguna, en 1527, ante Alonso Gutiérrez,
como aparece al f. 528.
Afirma de Arribas que el soberano tuvo los
siguientes hermanos: Pedro Bueno, Fran-
cisco Hernández, Constanza, Teyde, Ma-
riana y Catalina Hernández; a los que hay
que añadir, en opinión de García Ramos, a
Juan de las Casas.
Ajar Famoso luchador. Marin y Cubas
Ajur Valeroso capitán del rey Bencomo. Viana
Conserva la tradición la memoria de otro Bethencouct Alfonso
Ajur, del reino de Anaga, que fue un famo-
sísimo ladrón. Aún sobrevive en dicha re-
gión la frase: «es más ladrón que Afur».
Aganeguía Becthelot
Agona Villano del reino de Güímar que por su va- Bethencouct Alfonso
lor fue ennoblecido.
Agonagona Becthelot
Aguaberque "'Fernando Aguaberque el Viejo". (Datas Bethencouct Alfonso
Lib. 4, 15 Diciembre de 1505). Sus hijos
fueron datados en Tesegue, el valle de
Guamara y Punta del Hidalgo.
Agüin, Hahuin Un individuo de este nombre cobró fama Bethencouct Alfonso
(Dct.O) como luchador en la provincia de Chasna,
del reino de Adeje.
Agujuco Marín y Cubas
Ajar Valeroso y notable luchador. Marin y Cubas
Aljona Becthelot
Anagua Conocida después de bautizada por Ana Díaz Docta
Hernández. Era mujer de Duriman. Marin y Cubas
Ancor Célebre capitán por sus fuerzas y osadía de Viana,
la familia real de Bencomo.
Androna Becthelot
Angocor Viana
Añaten Un guanche villano de los que facilitó el Bethencouct Alfonso
reino de Abona en 1468 a Diego de Herrera,
en el concierto celebrado para levantar
la «casa de contratación» o torreón de
Añaza. (Testamento de ." Inés Peraza.)
Añaterve, Anaterve- Mencey de Güímar en 1494. Viana
Ocupó el trono por enfermedad de su hermano mayor Espinosa.
Sortiban o «el rey ciego». A pesar de una re-
sistencia heroica, fue conquistado su reino
por Bencomo y él reducido a la condición
de achimencey, dejando en Taoro como ga-
rantía varios próceres en rehenes, entre los
que figuraban Guetón, el príncipe heredero
y el gran sacerdote o guañameñe, un her-
mano, que fue ahorcado como conspirador.
Cuando el pueblo de Güímar perdió toda
esperanza de recobrar su independencia, re-
conoció la soberanía de los Reyes Católicos .
y se incorporó a los españoles para combatir
con saña a los odiados taorinos.
Añaterve era viudo de su esposa principal,
con la que tuvo dos hijos, Guetón y
Guayarmina. Fue muy querido de los es-
pañoles, recibió el nombre de Juan de Can-
delaría al ser bautizado y murió al poco
tiempo.[3]
Añique Chaurero o jefe del auchón de su mismo Bethencourt Alfonso
nombre, situado en la montaña de iyo o
roque del Conde, en Adeje.
Arafo. Capitán o sigoñe de Bencomo. Viana
Es tradicional otro individuo de este mis- Bethencourt Alfonso
mo nombre del reino de Güímar, famoso
por la velocidad y resistencia en la carrera.
Arafunche Chaurero del auchón de Tinzer, Bethencourt
que ganó el terrero como jugador de palo en los Jue-
gos Beñesmares de Tacoronte. Murió de-
fendiendo el Real español de Gracia, asal-
tado por los anagueses.
Aramatonog Chil
Arazo Notorio por su valor y fuerza. Marin y Cubas
Archinife El más antiguo soberano de la isla de que Bethencourt Alfonso
hacen memoria las tradiciones.
Arico Notable por sus fuerzas y como luchador Viana
Arijánche Natural de la provincia Guadameña del Bethencourt Alfonso
reino de Güímar. Cuéntase que en la carga
que dieron unidos los tabores limítrofes de
Güímar y Anaga en Añaza, al pie de la
Cuesta, a las fuerzas de Maldonado, gober-
nador de la isla de Canaria, lo hizo con tal
impetu que rebasó las filas enemigas y an-
tes que dejarse coger prisionero se mató
hundiéndose el féisne por el vientre.
Armeñime De la familia real, según las Bethencourt Alfonso
leyendas, no sólo fue notable por su condición her-
culea sino por su ferocidad. Murió en
un combate disputando la corona a su
sobrino Vínque, que igualmente pereció en
el mismo combate.
Atbítocarpe Hijo 4º de Tinerfe el Grande; a la muerte Espinosa
de su padre entró en la conspiración de la
mayoria de sus hermanos y se alzó con la
provincia que gobernaba, fundando el rei-
no de Adeje. Asistió en 1468 a la entrevis-
ta de los reyes con Diego de Herrera en
Añaza.
Atguaxoña Era el 3.er hijo de Tinerfe el Grande y lo Espinosa
mismo que el anterior se hizo proclamar
por la provincia de Abona que regía, fun-
dando el reino de igual nombre. También
en 1468 concurrió a Añaza con los demás
soberanos.
Atidamana. Berthelot
Ayateronte Personaje de la familia real de Adeje cono- Arribas
cido después por Agustín Delgado.
Badayco Sigoñe del rey. Bencomo Viana
Badamohet Notable guerrero. Viana
Badel Viana
Badeñol Infante de la casa real de Tacoronte, Núñez de la Peña
muerto por Pedro Benítez de Lugo en la batalla
de la Victoria.
Hubo otro de este nombre llamado después Arribas
de bautizado Francisco Hernández.
Baidce Núñez de la Peña
Bandala Berthelot
Bedo Núñez de la Peña
Belicar, Bellicar, Pelicar Viana
Rey de Icod en 1494 y confederado
con los de Daute, Adeje y .Abona cuando la inva-
sión española.
Después de bautizado se llamó Juan Mar-
tín de Icod. Hallábase casado con la conocida más
tarde por Catalina Machado, de la que, según Arribas,
tuvo un hijo apellidado Sebastián Imoba.
.
Bencomo Mencey de Taoro en 1494. Fue la figura Viana, Espinosa.
más saliente de los indígenas del Archipié
lago. Estadista, ambicioso, insigne general,
de carácter justiciero, indomable y valero-
so, por sus excelsas cualidades ha pasado a
la historia con el merecido sobrenombre
del «Rey Grande». Murió a los 70 años en
la batalla de La Laguna, entre el «Tanque
de abajo» y el barranco del Rey, después
de luchar con una pica contra varios solda-
dos de caballería.
Tuvo de su esposa principal Caseloria cua-
tro hijos: Benytomo, Dácil, Ruimán y Ró-
salva; y de su esposa cuca, Guiara, se-
gún Díaz Dorta, Chachiñama y Titañe.
Bendalut Viana
Beneharo I Hijo 9.0 de Tinerfe el Grande; a la muerte
de su padre se hizo proclamar rey por la provincia
de Anaga que gobernaba.
BeneharoIl Rey de Anaga en 1494. Fue general de Viana
gran acometividad, impulsivo. Viudo, sin
más descendencia que la princesa Guaci-
mara y un hijo varón de muy corta edad,
habiendo estado algún tiempo loco, antes
de la invasión española, la interinidad en
que quedó el trono fue motivo para que
Bencomo declarase la guerra al reino de
Anaga y a su aliado el de Tacoronte.
Llamóse Beneharo después de bautizado
Pedro de los Santos y fue datado según
Garcia Ramos, igual que su hijo que tomó
el nombre de Don Enrique, como dice
consta en el archivo de Alfonso Avesilla.
Benytomo Hijo primogénito de Bencomo, que algunos Bethencourt Alfonso
cronistas han confundido con éste; hallába-
se al frente del achimenceyato o provincia
de la Araotava, cuando Alonso de Lugo in-
vadió la isla. Pocas horas después de la
muerte del Rey Grande, su padre, fue pro-
clamado mencey de Taoro, en el campa-
mento del Peñón. Sin embargo de ser hom-
bre valeroso y tenaz, por el movimiento so-
cial de los villanos vióse obligado con los
otros dos reyes y toda la nobleza de la
Liga, a celebrar el tratado de paz de Los
Realejos. Tomó al bautizarse el nombre de
Cristóbal Hernándezde Taoro y fue dátado
generosamente según Serra de Moratín,
muriendo al poco tiempo. De Hañagua, su
esposa, tuvo a Deriman. Ramagua y Co-
llarampa.
El Cristóbal Hernándezde Taoro que testó
en la Orotava en 1553 o 56 ante Grimón,
que cíta de Arríbas, ordenando fuera sepul-
tado en la iglesía de la Concepción, indu-
dablemente era Deriman, que fue más co-
nocido por Cristóbal Bencomo.
Benrimon Viana
Benseguy Berthelot
Bentahod Confundido con Benytomo por Serra de Bethencourt Alfonso
Moratín.
Bentor De la família real de Bencomo, fue llamado Bethencourt Alfonso por antonomasia «el sigoñe» o capitán por
su heroísmo, fuerzas, agilidad y resistencia.
Cuéntase de él cosas extraordinarias, como
por ejemplo: que en los Juegos Beñesma-
res de Anaga dio un salto de altura sobre
doce palmos; y que al conocerse la muerte
del Rey Grande durante la pélea, recibió
en el mismo campo de batalla del príncipe
Benytomo una orden reservada y urgentísi-
ma que llevar a Taoro, i que la desempeñó
en tres cuartos de hora!
Betzenuya Rey de Taoro. Muerto su padre Imobac, Espinosa
primogénito de Tinerfe el Grande que re-
gia la provincia de Taoro, fue elegido por
su abuelo para desempeñar el mismo car-
go; más al ocurrir el fallecimiento de éste,
correspondiéndole según ley la corona de
la isla, todos sus tíos se le rebelaron, a ex-
cepción de Tegueste y Aguahuco, alzán-
dose con las respectivas provincias que
gobernaban y reduciéndolo a las tres men-
cionadas.
Betzenuriga Rey de la isla en 1347, teniendo su corte Marín y Cubas
en Adeje. Por aquel tiempo hicieron algunas correrías los castellanos por el S. de
Tenerife.
Betzenurua Espinosa
Binicherque Rey muy orgulloso según las tradiciones de Bethencourt Alfonso
la época mitica.
Cocanaymo Hijo 5º de Tinerfe el Grande, fundador del Viana
reino de Daute. Fue uno de los rebeldes.
Caleido Un individuo villano de este nombre va Viana
unido a una tradición de Güímar, relativa
a una famosa carrera de velocidad. Cuénta-
se que el rey Añaterve, habiendo dado un
banquete a los próceres en su auchón de
Chinguaro, con motivo de una visita que le
hizo el rey de Abona, muy amante de los
adernos como fruta de postre y que se pro-
ducían muy hermosos en lo alto de la La-
dera, a mitad del festín vio con disgusto no
figuraban en la mesa. Supo el siervo Calei-
do lo contrariada que estaba la infanta
Guayarmina por semejante olvido y le ase-
guró tendría la fruta a su debido tiepo; y
efectivamente, antes de llegar los comensa-
les a los postres aparecieron los adernos re-
cién cogidos.
Caluca Famoso luchador. Viana
Careco Viana
Cayamo Valeroso achimencey de la provincia de Bethencourt Alfonso
Arafo, hermano de Añaterve, muerto en
batalla en la guerra de la independencia del
reino de Güímar contra Bencomo.
Caseloria Esposa principal del rey Bencomo.
Círma Berthelot
Collarampa Hija del rey de Taoro llamada después de Serra de Moratín
bautizada María Hernández que casó con
Juan Doramas, conquistador.
Debemos observar que dicho rey de Taoro Bethencourt Alfonso
era Benytomo. .
Cumahun Berthelot
Cunacen Viana
Chachiñama Hija de Bencomo y Guajara, llamada des- Díaz Dorta
pués del bautismo Felipa Hernández. Casó
con Pedro Afonso.
Chimoca Vivía en el barranco del Casco, en Adeje. Arribas
Chicanairo Hijo 6º de Tinerfe el Grande, que entran-
do en la rebelión de sus hermanos fundó el
reino de Icod. Fue uno de los soberanos
que en 1464 concurrió ala entrevista con
Diego de Herrera en Añaza.
Chincayro Núñez de la Peña.
Chindia Uno de los reyes según las tradiciones. Bethencourt Alfonso
También llevó este nombre un chaurero
del auchon de Teresme, Adeje, que tuvo
dos hijos de notoriedad por su valor.
Chiñamar Achimencey que dio nombre a la provincia Bethencourt Alfonso
fronteriza del reino de Abona que gobernaba.
Churunco Nombre del tagorero de Aramuygo, hoy Bethencourt Alfonso
Charco del Pino, Granadilla.
Dácil Infanta de Taoro e hija de Bencomo, lla-
mada después de bautizada Mencías del
Castillo, según Núñez de la Peña. Casó con
el conquistador Fernán García del Castillo,
capitán de la caballería española.
Esta infanta juega papel importante en el
poema de Viana; figura que no fue imagi-
naría sino de carne y hueso, como algunas
de las escenas que descríbe tampoco fueron
ficciones del poeta sino tradiciones popu.la-
res recogidas. Entre otras circula aún la si-
guiente:
«La princesa Dácil o Dácila, la más queri-
da de Bencomo, era pretendida con locura
por Duriman el Montañés; pero con la lle-
gada de los españoles el capitán Gonzalo
del Castillo se enamoró de ella y tuvo oca-
sión de hablarla asolas. Súpolo el celo-
so cuanto desesperado Dutiman y pidió se
constituyera el Concejo en demanda de
justicia, que fue presidido por el rey Ben-
como y el gran sacerdote.
-«Habla lo que quieras, dijo el rey a Du-
riman.
-Yo pregunto, ¿qué pena tiene por la ley
la mujer que a solas habla con un hombre?
-Ser emparedada, contestó el soberano.
"-Pues esa pena merece tu hija por haber
hablado asolas y con un hombre que es,
además, enemigo de la patria».
y Bencomo, que jamás torció la ley em-
paredó a su hija; y si luego fue puesta en
libertad, debióse a que se justificó que
tuvo lugar la conversación con testigos de
vista».
Dadarmo También conocido por el «Rey de las lan-
zadas», soberano de Güímar en 1464. Viana
Dariasa Berthelot
Deriman Hijo de Benytomo, a quien pusieron su Bethencourt Alfonso
mismo nombre de Cristóbal Hernández de
Taoro; es tradicional adoptó el de su abue-
lo como apellido llamándose Cristóbal
Bencomo. Dícese que después de educado
en la Península donde siguió la carrera de
vocero o abogado, escribió la historia del
pueblo guanche, de la que existían sólo tres
ejemplares manuscritos, uno de los cuales
vino a poder de una familia Oliva de Chas-.
na, de difícil lectura por 1o deteriorado y
ser de letra antigua. Se hizo con este ejem-
plar como el año 20 del siglo pasado un ca-
rabinero de España. De un individuo de la
referida familia, cuyo padre oyó leer con
frecuencia el indicado códice y le trasmitió
cuanto recordaba, hemos obtenido datos
interesantes que concuerdan con los adqui-
ridos por otros conductos.
Díngar Arribas
Duriman «el Delator de la princesa Dácil. Bethencourt Alfonso
Montañés»
Emotio Célebre gigante de Güímar. Vivía en el Bethencourt Alfonso
auchon de Araya y existe en el Museo Muni-
cipal la que fue su maza de guerra.
Eresta Noble guancha que casó con el chaurero de Bethencourt Alfonso
la «Boca del Paso», sobre el Tabor, en Adeje.
Gáima. Guáima De la familia real de Taoro, que tomó al Díaz Dorta
bautizarse el nombre de Beatriz Sánchez.
Fue una bella y esbelta joven de color cla-
ro y rubia». Era dueña del terreno entre los
barrancos de Guanaba (hoy de la Arena o
Llarena) y el de la Vieja o del Pinito, Orotava.
Godoreto Viana
Godeto Famoso luchador. Viana
Góymar Infanta ambiciosa y bravía, que ala par de
sus hermanos Taburco y Naga, se rebela-
ron contra su sobrino Betzenuriga, legíti-
mo heredero del trono de la isla.
Guacimara Hija del rey Beneharo II; contrajo matri-
monio con Ruiman, según Viana.
Guadafret Guerrero agigantado y feroz Viana
Guadanet Núñez de la Peña
Guadituco Viana
Guaduneth Viana
Guaiton Marín y Cubas
Guahuco. Este nombre que probablemente era Gua- Viana
Aguahuco como dijimos, lIevábalo el 10º. hijo
de Tinerfe el Grande que lo tuvo de una
esposa cucaha, a quien dio el gobierno del
diminuto achimenceyato de la «Punta del
Hidalgo». Fue uno de los dos hermanos
leales a Betzenuhya, por lo que sin duda la
casa real de Taoro alteró la ley constitutiva
en favor de ambos como premio, erigiendo
dichas provincias en reinos feudatarios o
achimenceyatos hereditarios.
Gujiara Según Viana llevó este nombre la mujer
del infante Tinguaro, y como hemos dicho
también una de las esposas cucahas de
Bencomo, -en opinión de Diaz Dorta.
Igualmente en la época mítica figura una
reina de la misma denominación.
Gualda Viana
Gualdarota Viana
Guañameñe Don Diego Guañameñe fue uno de los Bethencourt Alfonso
guanches que dieron poder en 1512 a An-
tón Vallejo, para elevar una representación al rey.
Guanchefira Pedro Guanchefira, otro id. Bethencourt Alfonso
Guañón Valeroso sigoñe del rey de Güimar. Viana
Guantara. Achimencey de Teno. del reiho de Daute, Bethencourt Alfonso
en la época de la invasión española. Viana lo reputó,
equivocadamente, rey. Era hermano del mencey
Romén y según la fama hombre de carácter
imperativo, irritable y pronto a vías de hechos,
Cuéntase que el tagoro internacional celebrado por
todos1os reyes y altos dignatarios de la isla,
con motivo de la llegada de Lugo con su
ejército, en el que no se pusieron de acuer-
do por la obstinación de Bencomo en no
.reconocer la independencia del reino de
Güimar, sobrevino un anticipado y ruidoso
rompimiento por la intemperancia de
Guantacara, que estuvo a punto de llegar a
las manos con el mencey de Taoro).
Guantacusa Berthelot
Guarindo Viana
Guanudonga Aguilar
Guara Guancha legendaria que figura en los ro- Bethencourt Alfonso
mances populares,
Guayarmina Inf'anta, hija del rey, Añaterve. Viana,
Bethencourt Alfonso
Hasta cuarenta años atrás era tradición
universal en todo el territorio que consti-
tuyó el reino de Güímar, de que los dos hi-
jos de Añaterve Guayarmina y Guetón, con
otros altos personajes, se hallaban en Tao-
ro en calidad de rehenes desde algún tiem-
po antes de la invasión española; así como
también que habiéndose prendado de la
prisionera el infante Ruyman, hijo de Ben-
como, que se opuso a tales relaciones por
contrariar sus planes políticos, llegó a desa-
catar a su padre al extremo de reducirlo a
prisión y condenarlo a ser despeñado por
Tigáiga. y añade la conseja, que a pesar de
los ruegos de los vasallos se encontraba
todo dispuesto para ejecutar la sentencia,
cuando de improviso se presentó Guayar-
mina declarando era falso tuviera con ella
amores, como estaba pronta a demostrarlo
sometiéndose a la prueba del humo con el
que sostuviera la acusación.
Así, dicen algunos, salvó la infanta a su
amado; pero otros observan fue una escena
preparada secretamente por el rey Benco-
mo, para salvar el principio de autoridad
sin sacrificar a su hijo.
Guayonja Viana
Guayartén «Choza de Guayarten>, sobre Ifonche, en
Adeje. Cuéntase que éste precoz muchacho
de 15 años, vencido en varios ejercicios por
otro de su misma edad del auchon de la
Medida, a costa de su vida quiso vengarse
hundiéndole a traición un féisne por el
vientre. Perseguido pudo ganar el «Roqui-
to de la era de la cruz», de donde se despe-
ñó por no entregarse.
Gueton Hijo de Añaterve y príncipe heredero de la
corona del reino de Güímar. Conquistada
esta nación por Bencomo, fue uno de los
detenidos en Taoro en calidad de rehén.
Tomó al bautizarse el nombre de Antón
Alberto y, según de Arribas, murió en de-
safio con otro guanche llamado Alonso
González.
Guimigemar Sigoñe de Bencomo. Arribas
Guindama Diego Guindama, uno de los guanches que Arribas
fueron a las expediciones de Berbería.
Guionza Marín y Cubas
Haineto Valeroso achimencey de la provincia de Viana
Añaza, del reino de Anaga, que murió en
el asalto del campamento y torreón de
Añaza de los españoles, después de la bata-
lla de Acentejo. También hubo otro sigoñe
del mismo nombre en Tacoronte.
Hañagua Esposa del rey Benytomo. Bethencourt Alfonso
Hañugo Nombre de un siervo del rey Taoro. Viana
Hayuelo Sigoñe del rey Acaymo de Tacoronte. Viana
Rucanon Viana
Ichasagua Mencey que fue proclamado por los adeje-
ros y demás alzados de la isla, cinco años
después de la conquista.
Este noble, que había ganado «el terrero»
en el juego del palo y tiro del banote en los
Juegos Beñesmares de Abona, que a su vez
triunfaron en los de Adeje en la lucha y la
carrera, fue hombre de pocas palabras y de
imponderable energía. Murió en circuns-
tancias particulares, hundiéndose un puñal
en el pecho, como diremos al ocuparnos de
la conquista de Tenerife.
Imobac; Imobach- Primogénito de Tinerfe Bethencourt Alfonso
el Grande y achimencey de la provincia de
Taoro, murió antes que su padre dejando un
hijo llamado Betzenuhya. La tradición solo
dice que al morir Tinerfe el Grande gobernaba la
provincia de Taoro un nieto, cuyo padre
había fallecido en el mismo gobierno ya
quien correspondía la corona como primo-
génito; pero que los tíos se rebelaron con-
tra el sobrino menos los de Tegueste y
Punta del Hidalgo. Como se ve la tradición
ha conservado lo sustancial, 1o importante,
pero no especifica nombres; mas si bien es
discutible que el padre de Betzenuhya se
llamara Imobac, cosa que en nada altera lo
esencial del suceso histórico, es el que ofre-
ce mayores probabilidades dentro de la
confusión que reina entre los primeros cro-
nistas Alonso de Espinosa, Viana, Abreu
Galindo y Marín y Cubas; únicas fuentes
con la tradición respecto al asunto:
Izora Achimencey más tarde conocido por D. Pe- Bethencourt Alfonso
dro de Adeje, hermano del rey Pelinor de
Adeje, que gobernaba.la provincia que lle-
vaba su nombre en la época de la invasión
española. Estuvo algún tiempo preso en
La Laguna por creérsele complicado en la
sublevación de Ichasagua, cinco años
después de la conquista.
Junicajo Famoso gigante. Marín y Cubas
Leocoldo Sigoñe del rey Bencomo. Viana
Malagua Después de bautizado Hemando Malagua. Arribas
Mantenor Berthelot
Menceito «Mayoral del rey de Tegueste». (Creemos Bethencourt Alfonso.
que hay un error en este nombre).
Miota Giganta de Güímar, mujer del gigante
Emotio. Cuéntase que al ver caer a su ma-
rido en el campo de batalla, embistió al
enemigo matando e hiriendo a varios.
Moreque Principe heredero de la corona de Adeje, Bethencourt Alfonso
hijo del rey Pelinor, que en la época de la
invasión española regía la provincia de
Chasna. Al ser bautizado tomó el nombre
de Alonso Díaz.
Napay Guacherbe- Llamado después de bautizado, Francisco Bethencourt Alfonso
según Arribas, era uno de los pastores
de los ganados de la Vrgen de Candelaria.
Nuhazet Viana
Peligardene Núñez de la Peña
Pelygodono Viana
Pelinor Mencey de Adeje en la época de la con- Bethencourt Alfonso
quista, se le conoció después de bautizado
por Don Diego de Adeje. Fue muy querido
de guanches y españoles. Ennoblecido por
los Reyes Católicos, como los demás men-
ceyes, fue generosamente datado como ve-
remos en otro lugar.
Según Arribas fue casado con la llamada
más tarde Catalina Murillo, de los que na-
cieron Don Alonso Díaz, Doña María de
Lugo e Isabel Díaz Pérez; primos de Juan
Delgado en opinión de García Ramos.
Créese que Pelinor murió en Berbería.
Ráyco. Raito Famoso Sigoñe de Beneharo, del. reino de Viana, Marín y Cubas.
Anaga.
Ramagua Era hija del rey Benytomo. Marín y Cubas
Redo Viana
Rodoco Viana
Roesmo Nombre de un siervo del tagoro que aún Bethencourt Alfonso
lleva su denominación, en la que fue pro-
vincia de Chasna, en Adeje, que figura en
los romances populares por su heroico valor
y muerte trágica. Cuéntase que enamorados
Roesmo y una joven noble llamada Guara,
sintió ésta las consecuencias de sus amores
secretos; y viéndose perdidos, huyeron,
ocultándose en lo alto del «Risco de los
Cristianos», de la playa de este nombre, to-
davía conocido por el «Risco del lance», del
«Salto de la señora» o «Risco del salto de
los enamorados». Descubiertos al poco
tiempo y avisado reservadamente el rey, dis-
puso acudieran en gran número para sorprender-
los y aplicarles con todo el rigor el castigo;
pero cuando los tuvieron cercados, aparecie-
ron sobre la orilla del risco abrazados y dán-
dose besos, en medio del clamoreo de indig-
nación de la nobleza; y así permanecieron
hasta el momento de ir a ser cogidos, en que
se dejaron caer al abismo abrazados.
A duras penas hemos podido reconstituir
un fragmento de uno de los romances que
oímos de niño, cantados en las siegas:
Estribillo: «Que linda mañana Guara,
Guara que linda mañana.
Voz: En el tagoro de Ifaya
donde Roesmo moraba,
se dice que una doncella
de amores fue requebrada.
Coro: Que linda mañana Guara,
Guara que linda mañana.
Voz: Con malos ojos los padres
vieron que toda una dama,
le daba lado a un villano
con desprecio de la casta
Que linda mañana Guara...
Ni consejos ni castigos
su firmeza quebrantaba,
que no vale la nobleza
cuando de amores se trata.
Ven Roesmo de mi vida,.
ven Roesmo de mi alma,
que por encima del sol
te quiere esta desgraciada.
Parte dan al rey de Adeje
los del tagoro de Guaza,
para que aplique la ley
á los que a ella faltaban.
Ya se reune el Consejo
en esa mesma mañana,
ya van y vienen correos
tomando lengua a la usanza.
Que linda mañana Guara...
Romén Mencey de Daute en 1496. Llámose des- Viana
pués de bautizado Diego de Ibaute y dicen
que viudo de su primera mujer, la más tar-
de denominada Barbola García, contrajo
segundas nupcias con Juana González, «la
Hidalga de Anaga». Nosotros creemos fue- Bethencourt Alfonso
ron ambas coetáneas, siendo la segunda
una esposa cucaha.
Según Arribas tuvo los hijos Luis y Gonza-
lo Ibaute, a los que añade García Ramos,
Juan Francisco, Benito, Gaspar, Melchor,
y nosotros al infante Teguico.
Fue datado como consta en los libros 4º. y
5.º como diremos oportunamente. Testó
en 1516 ante Sebastián Pérez, como afirma
de Arribas.
Rosalva Hija del rey Bencomo. Al bautizarse tomó Viana
el nombre de Isabel del Castillo.
Rucadén Notable luchador. Viana
Ruyman Hijo de Bencomo, afirma Núñez de la Viana
Peña que después de bautizado se llamó Anto-
nio Bencomo, casado con la princesa Guaci-
mara de Anaga, que a su vez tomó el nombre
de Ana Hemández, según Serra de Moratín.
Sañugo Sigoñe del rey Bencomo. Viana
Sebensuí Achimencey o gobernador de la diminuta Viana
provincia de la «Punta del Hidalgo»; fue
depuesto por Bencomo.
No se sabe en que sobresalía más, si como
guerrero heroico o como ladrón.
Serdeto Mencey de Anaga en 1464. Fue uno de los Viana
que se entrevistaron con Diego de Herrera.
Sexo Viana
Sígon Viana
Sirdo Viana
Sirma Viana
Sordeto Viana
Sortibán o «El Joven soberano de Güímar y hermano de Bethencourt Alfonso
rey ciego». Añaterve, tuvo que abdicar en éste la coro-
na por una repentina ceguera que sufrió.
Sunta Soberano de la isla e inventor del arma de Bethencourt Alfonso
su nombre; fue padre de Tinerfe el Grande.
Taburco Infante rebelde contra su sobrino Betzenu- Bethencourt Alfonso
riga, a mediados del siglo XIV.
Tacorote Después de bautizado, Francisco Tacorote, Bethencourt Alfonso
mayoral de una cuadrilla de ganado que te-
nía su vuelta en Behía y Benehian (entre
Tejina y las Montañas). (Acuerdos del Ca-
bildo, año 1503).
Taganage Viana
Tasife Famoso nadador de la provincia de Chas- Viana
na, en Adeje.
Tauco. Sigoñe del rey Bencomo. Viana
Teiina Infanta hija del rey Acáymo de Tacoronte,
que casó con Tegueste.
Teguayco Sigoñe de Bencomo. Viana
Teguayco; Teguaco Hijo del rey de Tegueste, se llamó después Viana
de bautizado Juan Teguazo.
Tegueste I Hijo 8º de Tinerfe el Grande, mandaba la Viana
provincia de su nombre cuando ocurrió la
muerte de éste. El y Aguahuco fueron los
únicos que rindieron pleito homenaje a su
sobrino Betzenuhya, legítimo heredero al
trono de la isla. Por esto se cree que la casa
real de Taoro los recompensó erigiendo di-
chas dos provincias a reinos feudataríos.
Tegueste II Regía el Estado de su nombre en la inva-
sión de Lugo. Fue un valeroso general, lla-
mado después de bautizado Juan de Te-
gueste y bíen datado como afirmaba Arri-
bas. Murió a poco de la conquista, dejando
como tutor de su hijo Juan Teguazo, al
conquistador Guillén Castellano.
También se habla de otro hijo, Tegues, co-
.nocido más tarde por Alvarez.
Teguico Marín y Cubas,
También llevó este nombre un infante de Bethencourt Alfonso.
16.años, hijo del rey de Daute, que murió
despeñado por el risco de la Gallega en las
cercanías de Interían. Cuéntase era el or-
gullo de la nación por sus cualidades ex-
cepcionales, y que después de los más bri-
llantes éxitos en varios ejercicios, quiso dar
el salto a lanza enriscada» en el referido
risco, que servía de prueba a los más re-
sueltos y amaestrados. Ante numerosos es-
pectadores se lanzó al abismo, pero faltán-
dole el punto de apoyo a la percha, cayó al
fondo de la sima quedando muerto. Pues
bien, aunque lamentaron la desgracia, to-
dos aprobaron el acto.
Texena Más tarde Juan Texena, fue uno de los que Arribas
en 1512 elevaron un mensaje a la corona.
Tibrabin Berthelot
Tigáyga Valeroso sigoñe de Bencomo. Viana
Tinerfe El Grande el Célebre soberano de la isla. Viana
Era hijo de Sunta y murió a una edad
avanzadísima, dejando al frente de las diez
provincias a sus 9 hijos y I nieto.
Tinguaro Famoso capitán, hermano de padre de Bethencourt Alfonso
Bencomo e hijo de una madre cucaha.
Tenía casi la edad del rey, su hermano, a
quien se parecía mucho, y se hallaba
rigiendo la provincia de Acentejo, donde se
libró la batalla de este nombre, cuando la
invasión española. Mortalmente herido en
la batalla de La Laguna, donde mataron a
Bencomo, en el mismo lugar celebraron las
exequias de ambos. Por esto dice la tradi-
ción «que no se separaron ni en vida ni en
muerte».
Titañe Soberano de la isla y abuelo de Tinerfe el Bethencourt Alfonso
Grande. También llevó este nombre, según Díaz borta
Díaz Dorta, un hijo de Bencomo.
Tuhio Viana
Tuhoco Viana
Tupicena Viana
Turceto Viana
Vinque Padre del rey Betzenuriga, que murió de- Bethencourt Alfonso
fendiendo la corona que le disputaba su fe-
roz tío Armeñime, que igualmente murió
en la misma batalla.
Xerdeto Notable guerrero.
Yaiza
Origen: Guanche
Significado: rayo de luz
Viana
NOTAS
( I) La isla de Fuerteventura o Erbania hallábase dividida en dos reinos, el de Jandia y Maxorata, separados por una pared de piedra seca de E. a O., que pasaba por el centro o sea por la Villa. Bontier y Le Verrier en los cap. LXX y LXXVII respectivamente dicen: «y se encuentra una gran muralla de piedra que divide la isla de un lado a otro»; «se encuentra también en el centro de la isla un gran muro de piedra que la atraviesa de mar a mar».
Fray Abreu Galindo escribe: «Estaba dividida... en dos reinos: uno desde donde está la Villa hasta Jandía, y la pared de ella, y el rey de esta parte se llamó Ayoze, y el otro desde la Villa a Corralejo, y este se llamó Guize, y partía estos dos señoríos una pared de piedra que va de mar a mar cuatro leguas».
Nosotros hemos comprobado por antiguas escrituras que existen en el archivo de la Antigua, de que el «término de Ayoze» o sea el reino de Jandía llegaba hasta la villa de Betancuria, como todos dicen.
Algunos cronistas modernos han tomado por la referida pared la que existe aún en parte en el istmo de Jandía, por ignorar que esta última pared servía en los tiempos relativamente modernos de límite y valladar a la que fue dehesa de Jandía, donde daban suelta a los ganados.
[1] Es indudable que la nobleza y el espíritu de sincero cristiano que moraba en el bueno de Don Juan Bethencourt Alfonso, le hacía imposible aceptar que cualquier ser humano fuese capaz de realizar las vilezas que animaban el alma de aquel aventurero español. La traición a Tanausú, puede ser considerada una travesura si la comparamos
con las horribles atrocidades cometidas durante y después de la invasión y conquista de la isla de Tenerife por Alonso Fernández de Lugo, según está recogido en la historiografía. Nota del transcriptor.
[2] Estudios recientes concuerdan en que fue un sobrino de éste Guanarteme y del mismo nombre quien participó en la invasión y conquista de Tenerife, y no el Guanarteme Semidan, como se venía afirmando. Nota del transcriptor.
[3] Los actuales Albertos de apellido son descendientes directos del Mencey Añaterve.
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